Piña

Descripción

Para desandar el camino recorrido por la piña, hay que remontarse al año 1493, cuando Cristóbal Colón descubrió esta fruta en la isla de Guadalupe. Traído a Europa, siguió siendo durante mucho tiempo privilegio de reyes y símbolo de una fruta lujosa.

En el siglo XX, el consumo de piña se democratizó y la fruta pasó de ser "fruta de reyes" a "rey de las frutas". Perteneciente a la familia de las bromeliáceas, su fruto, que en realidad es un conjunto de bayas que se han fusionado, se utiliza en fitoterapia.

La piña está compuesta de vitaminas, entre ellas la vitamina A y C (antioxidante) y contiene un ingrediente activo clave: la bromelina, una enzima que interviene en la digestión de las proteínas. Es la acción de esta enzima la que provoca la ligera sensación de hormigueo que se siente en la lengua después de comer unos trozos de piña.  

La piña tiene muchos beneficios para la salud. La bromelina tiene propiedades antiinflamatorias y proteolíticas que facilitan la digestión. Esta enzima también tiene un efecto inmunomodulador al tiempo que reduce la producción de moléculas proinflamatorias.

Sus propiedades antiinfecciosas son beneficiosas porque permiten, por un lado, luchar contra la creación de biofilm, una matriz adherente y protectora que pueden producir las bacterias patógenas, y, por otro, impedir la secreción de toxinas bacterianas.

Además, la bromelina tiene una acción antiagregante plaquetaria. Por consiguiente, tiene un efecto cardioprotector y previene la formación de trombos (coágulos de sangre que pueden provocar trombosis). Además, también se sabe que la bromelina se utiliza en el tratamiento del edema sinusal postraumático o postoperatorio.

Los beneficios

La piña es una fruta con muchos beneficios, principalmente gracias a la bromelina, una enzima proteolítica utilizada en casos de apoyo nutricional, digestiones difíciles, edemas, dolores articulares o lesiones. Esta enzima también es útil en casos de congestión de las vías respiratorias.